lunes, 10 de diciembre de 2012

ESTADOS UNIDOS


Al retornar los gobiernos republicanos en los Estados Unidos en la década de los ochenta, encontraron un país económicamente debilitado, no sólo por el empuje de Europa y Japón, sino también porque los costos de la carrera armamentista con la URSS, desde 1946, significaron que durante toda la Guerra Fría más de la mitad de los impuestos se utilizaron para financiar las operaciones militares. Además, la pérdida de competitividad en los sectores productivos se debió a que la 1+ D+i (investigación, desarrollo e innovación) se orientó con énfasis hacia el campo del complejo industrial militar, generando una caída de la productividad manufacturera y el rezago en otras áreas de tecnología de punta. 
Es un hecho que durante las dos administraciones de Ronald Reagan (un ex actor hollywoodense) y George Bush padre (un ex Director de la CIA), el gasto militar observó un incremento considerable que tuvo efectos severos en la economía norteamericana y en las finanzas mundiales. 
Los bush, padre e hijo.



Curiosamente, esta, estrategia es designada  por algunos autores  como un keynesianismo de guerra, en alusión a las políticas de gasto, por parte del gobierno que tienden a provocar un efecto estimulante para el crecimiento económico. Sin embargo, en este contexto no funcionaron tales mecanismos, entre otras cosas porque la política fiscal de Reagan redujo los impuestos a las grandes corporaciones con la intención de liberar recursos para la inversión, cosa que no ocurrió porque no había sectores atractivos en los cuales invertir, salvo en la rama militar. Esto provocó que el enorme gasto en armamento se financiara mediante un 
creciente endeudamiento. 
En todo caso, las políticas de la llamada revolución conservadora de los reaganomics
tuvieron consecuencias importantes para la sociedad norteamericana y un efecto 
amplificado en otros países que adoptaron estas estrategias, representados, entre otras 
figuras, por Margaret Thatcher, primera ministro de Gran Bretaña y contemporánea de 
Reagan.

Bill Clinton presidente de los Estados Unidos (1993-2001). 


De este modo,  se calcula que entre 1980 y 1984, la inversión del gobierno 
estadounidense en ciencia y tecnología espacial creció 8.9%, con objetivos claramente 
militares. En cambio, otros sectores, como el sistema de transporte, crecieron a una 
tasa de 3%, al igual que  la inversión en educación, capacitación y servicios sociales, 
que apenas reportaron un crecimiento de 1.4% anual. El desarrollo regional y de la 
comunidad cayó dramáticamente en 6.1%, y el gasto en conservación del medio 
ambiente creció en un modesto 1.9%.



Atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 por Al-Qaeda

Cuando George Bush llega a la oficina oval, la quinta parte del acero consumido en los Estados Unidos se importaba; 25% de los bienes de capital para producir herramientas se adquiría en Alemania y Japón; la tercera parte de los automóviles ya no eran producidos por obreros y técnicos norteamericanos y sólo una pequeña parte de los bienes de consumo electrónicos eran producidos en plantas de los Estados Unidos. 
Estas tendencias marcan la diferencia entre un crecimiento productivo que incide en el proceso de desarrollo, y otro de tipo parasitario, basado en las industrias que viven a expensas del complejo militar, puesto nuevamente en acción durante la guerra del Golfo Pérsico. En otro escenario, los doce años de administración republicana de la Casa Blanca (1980-1992) derivaron en una crisis social que explicó el voto de castigo a George Bush, cuando éste intentó reelegirse y preparó la llegada del demócrata BilI Clinton a la presidencia de los Estados Unidos. 
Bajo el mandato del presidente  George H. W. Bush, el país tomó un papel de liderazgo en la controvertida  guerra del Golfo. La expansión económica más larga en la historia moderna de Estados Unidos, desde marzo de 1991 hasta marzo de 2001, abarcó la administración de  Bill Clinton y la  burbuja punto com. Una demanda civil y un  escándalo sexual llevaron al impeachment de Clinton en 1998, aunque logró terminar su periodo. Las elecciones presidenciales de 2000, una de los más competidas en la historia estadounidense, fueron resueltas por una decisión de la  Corte Suprema: George W. Bush, hijo de George H. W. Bush, se convirtió en el nuevo presidente.El  11 de septiembre de 2001, los terroristas del grupo  Al-Qaedaatacaron el World Trade Center de la ciudad de Nueva York y El Pentágonocerca de  Washington D. C., en una serie de atentados que acabó con la vida de casi tres mil personas. En respuesta, la administración de Bush lanzó una "guerra contra el terrorismo". A finales de 2001, las fuerzas estadounidenses  invadieron Afganistán, derrocaron al gobierno talibán y destruyeron los campos de entrenamiento de Al-Qaeda. Los insurgentes talibanes continúan luchando una guerra de guerrillas. En 2002, en medio de una polémica, la administración de Bush comenzó a presionar para que se llevara a cabo un cambio de régimen en Irak. Con la falta de apoyo de la OTAN y sin un mandato explícito de la ONU para una intervención militar, Bush organizó la coalición de la voluntad; las fuerzas de la coalición rápidamente invadieron Irak en 2003 y derrocaron al dictador Saddam Hussein. En 2005, el huracán Katrina, que terminaría siendo el desastre natural más caro en la historia nacional, causó una destrucción severa a lo largo de la costa del Golfo: la ciudad de Nueva Orleans quedó devastada. El 4 de noviembre de 2008, en medio de una recesión económica mundial, Barack Obama fue elegido presidente, el primer afroamericano en ocupar el cargo.


1 comentario:

  1. Faltó análisis y sintesis, además de link para mejor comprensión del tema

    ResponderEliminar